lunes, 4 de noviembre de 2013

"Abuso sexual infantil" articulo del equipo de puericultura de la Universidad de Antioquia

"LA CRIANZA HUMANIZADA"
Paula Andrea Henao Mejía
Pediatra
Juan Carlos Amaya Mira*, Edward Andrés Garzón León*, Héctor Alejandro Ramírez Barrera*, Carolina García Restrepo*, Carolina Giraldo Santa*, Carolina Manrique Amorocho*
*Estudiantes de Medicina Universidad de Antioquia.

La explotación y el abuso sexual infantil es un fenómeno internacional que se da en casi todas las culturas, independientemente de su ideología o riqueza material. El Informe de la Organización Mundial para la Salud sobre Violencia y Salud (2002) declara que aproximadamente veinte de cada cien mujeres y cinco a diez de cada cien hombres han sufrido abusos sexuales durante su niñez o adolescencia.
En Colombia se reportaron en 2009, según el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 18.238 casos de abuso sexual, entre los cuales el grupo de edad de 10-14 años es el más afectado con 7.317 casos (40%), el grupo de 5-9 años con 5.585 (30,6%), el de nacimiento a 4 años con 2.939 (16%), y el de 15-17 años con 2.397 (13%). Es necesario entender que estos son los casos denunciados, que se constituyen en lo visible de una problemática real y aterradora para la niñez y la adolescencia.
­­¿Qué es el abuso sexual infantil?
Es la utilización de un niño, niña o adolescente por parte de un adulto, hombre o mujer, cinco años mayor que la víctima, en posición de responsabilidad, confianza o poder, para la satisfacción sexual de sí mismo o de otros, utilizando la fuerza, la amenaza, el chantaje emocional o económico, los engaños, la presión o la autoridad económica o afectiva. 
¿Cuáles son los tipos de abuso sexual?
Generalmente los agresores empiezan con juegos que la víctima no entiende y van incluyendo en ellos besos, caricias y en algunos casos penetración sexual, después de lo cual hacen sentir al niño, niña o adolescente culpable de la situación obligándolo así a guardar silencio. Se deben reconocer, entonces, dos tipos claros de abuso:
·         Con contacto: se lleva a cabo mediante contacto sexual directo con el cuerpo de la víctima, quien es tocada o presionada para tocar al adulto victimario
·         Sin contacto: quien comete el abuso no tiene contacto directo con el cuerpo de la víctima, sino que sustituye lo anterior por un acercamiento visual
Entre los abusos sexuales con contacto físico se pueden mencionar:
  • Masturbar a la víctima u obligarla a masturbar al victimario
  • Tocar los genitales de la víctima con el fin de conseguir placer
  • Dar besos de carácter sexual en cualquier parte de la víctima u obligar a esta a hacerlo al victimario
  • Penetrar anal, oral o vaginalmente a la víctima con los dedos o con el pene
Entre los abusos sexuales sin contacto físico se pueden mencionar:
  • Hacer comentarios sexuales frente a la víctima
  • Obligar a la víctima a mostrar sus genitales o a ver los del victimario
  • Masturbarse ante la víctima u obligarla a que se masturbe frente al victimario
  • Mostrarle a la víctima revistas, fotos o películas pornográficas
  • Tener relaciones sexuales en presencia de la víctima
¿Quiénes pueden ser víctimas de abuso sexual?
Cualquier persona, hombre o mujer en cualquier etapa de su vida puede ser víctima de alguna forma de violencia sexual, sin discriminación por cultura, religión, raza, clase social o capacidad económica, pero es necesario tener en cuenta que los niños, niñas y adolescentes son el grupo de población más vulnerable dado que su capacidad física y cognitiva no es igual a la de quien comete el abuso.
¿Quiénes pueden ser abusadores sexuales?
Los abusadores sexuales no poseen características que los distingan del resto de las personas. Suelen mantener la fachada de un comportamiento impecable y ser apreciados en su comunidad. Una característica es su facilidad para establecer empatía con los niños, niñas y adolescentes, la cual también la tienen muchas personas que no son abusadores sexuales.
¿En dónde puede ocurrir el abuso sexual infantil?
Puede ocurrir dentro o fuera del hogar, inclusive en el ciberespacio (ciberabuso), con la siguiente clasificación:
·         Intrafamiliar: el abuso es cometido por un miembro de la familia. Los victimarios pueden ser padres, madres, padrastros, hermanos mayores, abuelos, tíos y otros familiares. Es el que ocurre en la mayoría de los casos (hasta el 80%) y, a su vez, dada la cercanía, confianza, cariño y dependencia facilita que el abuso se dé por más tiempo. Solo 2% de los casos se conocen en el momento cercano en que ocurren y la revelación, cuando la hay, suele ocurrir meses o años después
·         Extrafamiliar: el abusador es una persona ajena a la familia, como por ejemplo amigos, cuidadores, vecinos, maestros y desconocidos
¿Cuáles situaciones facilitan que haya abuso sexual infantil?
Los niños, niñas y adolescentes más propensos a ser víctimas de abuso sexual son:
·         Los que tienen discapacidad física o mental
·         Aquellos con baja autoestima
·         Los huérfanos o abandonados
·         Los desplazados
·         Los que viven en hogares con poco amor
·         Los que pertenecen a familias en las que se dependa económicamente de quien comete el abuso
·         Los que permanecen mucho tiempo solos
·         Aquellos en cuya familia hay historia previa de abuso sexual infantil
·         Los que viven en familias con falta de comunicación entre sus miembros
·         Los que viven en familias con gran hacinamiento
·         Los de familias con ausencia de uno de los padres o presencia de padrastro
·         Los de familias en las que la violencia intrafamiliar es el modo principal de comunicación
·         Los de familias con escasas información y vivencia acerca de prácticas sexuales adecuadas 
·         Los de familias con disfunciones sociales graves por desempleo, abuso de alcohol o drogas
¿Cómo detectar que ha habido abuso sexual infantil?
Hay indicadores físicos, comportamentales y en la esfera sexual que pueden hacer pensar que un niño, niña o adolescente está siendo sometido a abuso.
Como indicadores físicos puede haber los siguientes:

·         Dolor, sangrado, molestias, mal olor o lesiones en el área genital o anal
·         Moretones en el cuerpo
·         Ropa interior manchada, rasgada o ensangrentada
·         Pérdida del control de esfínteres si ya se tenía (se vuelve a orinar o defecar en la cama o en la ropa)
·         Infecciones urinarias frecuentes
·         Infecciones de transmisión sexual
·         Dificultad para caminar o sentarse
·         Embarazo
Es necesario aclarar que solo en la minoría de los casos de abusos sexuales quedan marcas físicas y algunas de las anteriores pueden ser originadas por otras causas diferentes al abuso.
Como indicadores comportamentales puede haber los siguientes:
·         Conductas agresivas, fugas o acciones delictivas
·         Llanto frecuente
·         Cambios bruscos en el estado de ánimo
·         Problemas escolares o rechazo a la escuela
·         Tendencia al secretismo (actuar en secreto con respecto a lo que debe manifestarse)
·         Fantasías o conductas regresivas (chuparse el dedo, orinarse o defecarse en la ropa o en la cama)
·         Temor hacia algunas personas
·         Conductas autodestructivas
·         Tristeza y depresión sin causa aparente
·         Resistencia a desnudarse o bañarse
·         Temor a ir sin compañía a la cama o al baño
·         Miedo a aceptar la compañía de alguna persona en especial
·         Dificultad para expresar sentimientos
·         Alteraciones del sueño (especialmente pesadillas)
·         Cambios en el apetito (aumento o disminución)
·         Hiperactividad
·         Trastornos del lenguaje
·         Ideas suicidas (expresión de no querer vivir más)
Como indicadores en la esfera sexual son comunes los siguientes:
·         Rechazo de las caricias, besos y contacto físico
·         Conductas de seducción, especialmente en las niñas
·         Masturbación frecuente en presencia de otras personas
·         Interés excesivo por juegos sexuales que no son acordes con la edad
·         Interés exagerado por los comportamientos sexuales de los adultos
·         Tocamientos o intentos de tocamientos de los genitales de otras personas
·         Confusión sobre la orientación sexual
¿Qué consecuencias tiene el abuso sexual?
Las consecuencias varían de acuerdo con la edad del niño, niña o adolescente víctima del abuso, con la manera de afrontar en la familia la situación, con la reacción de los adultos cercanos y con el hecho de si el abusador es cercano a la víctima o a la familia.
Hay efectos a corto plazo, que son los que ocurren en los dos años siguientes al abuso, y efectos a largo plazo, que son los que ocurren de ahí en adelante. El 20-30% de las víctimas permanecen estables emocionalmente después de la agresión; 17-40% sufren cuadros clínicos establecidos y el resto tiene síntomas variados.
Algunas de las consecuencias a corto plazo que tiene el abuso sexual son las ya mencionadas como indicadores.
 Algunas de las secuelas a largo plazo descritas en víctimas de abuso sexual son:
·         Dolores crónicos generales
·         Hipocondría
·         Problemas gastrointestinales
·         Trastornos de la conducta alimentaria, especialmente bulimia
·         Intentos de suicidio
·         Consumo de alcohol o drogas
·         Desconfianza
·         Miedo y hostilidad hacia el agresor o familiares
·         Abandono del hogar o conducta antisocial
·         Sentimientos de vergüenza o culpa
·         Baja autoestima
·         Ansiedad, angustia y depresión, que pueden llevar hasta el suicidio
·         Trastornos de personalidad
·         Estrés postraumático
·         Problemas en las relaciones antipersonales
·         Aislamiento
·         Dificultades en el acompañamiento a los hijos
¿Qué hacer?
Según Maggie Escartín, experta internacional en el abuso sexual infantil, lo primero es darse cuenta de que la prevención es una tarea de los adultos y no de los niños. Con la afirmación anterior es necesario entender que la prevención del abuso sexual de niños, niñas y adolescentes es la mejor opción y es responsabilidad de los adultos, procurándoles lugares seguros y compañía de personas confiables. Las siguientes son algunas recomendaciones para prevenir el abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes:
·         Conocer el ambiente en el que se desenvuelve el niño, niña o adolescente (familiares, vecinos, amigos, institución educativa)
·         Mantener una buena y permanente comunicación con los niños, niñas y adolescentes, brindándoles información pertinente acerca de los diferentes tipos de abuso sexual
·         Vigilar y conocer prácticas y juegos de los niños, niñas y adolescentes
·         Enseñar números telefónicos de familiares y personas confiables
·         Procurar no dejar a los niños, niñas y adolescentes solos o permitir que estos salgan solos a la calle
·         Fomentar el autocuidado y la autoprotección: nadie tiene derecho a tocarme, puedo expresar lo que siento, tengo derecho a decir no
·         Incentivar a los niños, niñas y adolescentes a pedir ayuda y hablar de sus experiencias sin temor a ser juzgados, evitando así situaciones que los puedan poner en peligro
·         Fortalecer la autoestima del niño, niña o adolescente
Cuando la prevención no ha sido exitosa, escuchar y creerle a la víctima es obligación de todas las personas que sospechen o conozcan un posible delito sexual, las cuales tienen la obligación de ponerlo en conocimiento de las autoridades competentes o personas que puedan brindar instrucciones adecuadas del proceso que se debe seguir, el cual debe incluir como parte inicial e ineludible la separación de la víctima del posible agresor.
Lecturas recomendadas:
Cuadros I. (Save the Children). Manual básico para el diagnóstico y tratamiento del maltrato infantil. Bogotá: Save the Children; 2009.
Mejia P. (Save the Children). Prevención del abuso sexual infantil: guía para la familia. Bogotá: Save the Children; 2009.

Finkelhor D. Victimología infantil. En Sanmartín J (coordinador). Violencia contra niños. 4ª ed. España: Ariel; 2008: 153-224.



miércoles, 16 de octubre de 2013

El colapso del edificio Space en Medellín, sin responsables

Cae Alvaro Villegas Moreno de SAI por Space


Sociedad Antioqueña de Ingenieros dice ahora que NO 

Foto: EFE
elColombiano El colapso previsible del Space / Constructores Depredadores
No parece, a primera vista, ni así lo indican los indicios preliminares, que se deba a una fuerza mayor o a un caso fortuito. Hay ya antiguas opiniones de respetados ingenieros hablando de la saturación de esa zona, y de otras en El Poblado. De la incapacidad de la tierra de soportar una edificabilidad descontrolada, sin límites. A pesar de todo, ni las administraciones municipales, ni Planeación, ni, por supuesto, los mismos constructores, se han dado por aludidos. No es la primera tragedia. Seguramente vendrán más
   Decenas de moradores del conjunto residencial Space, en la parte alta de El Poblado, llevaban semanas alertando sobre fisuras, grietas, desajustes y crujidos en los apartamentos de varias de las torres que componen esa serie de edificios construidos a manera de medialuna.
   La situación pasó de delicada a grave el pasado viernes, cuando las grietas en los apartamentos de la etapa 6 alertaron a los habitantes, a tal punto que el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres, Dagrd, intervino y expeditivamente ordenó la evacuación inmediata. Esa medida preventiva hizo que hoy, siendo tristísima la tragedia que todos lamentamos, no estemos doliéndonos por, quizás, cientos de vidas perdidas.
   La etapa 6 de Space colapsó en la noche del sábado. A la hora de escribir este editorial, hay un muerto, 10 desaparecidos y dos heridos. Y gran incertidumbre sobre la estabilidad de las que quedan en pie. Ha ocurrido un desastre, que podrá ser mayor, y era un desastre previsible. La indignación de los moradores de la unidad residencial es comprensible, y los interrogantes que se hace toda la ciudadanía están justificados.
   Hay procedimientos técnicos especializados, peritos calculistas y expertos que podrán determinar con certeza las causas exactas del derrumbamiento del edificio. No parece, a primera vista, ni así lo indican los indicios preliminares, que se deba a una fuerza mayor o a un caso fortuito.
   Comprendiendo y compartiendo el dolor de todos los que han sufrido pérdidas y cuyo proyecto de vida sufre un serio revés, hay que esperar con calma y confianza el dictamen técnico. Eso sí, esa cabeza fría no excluye que las autoridades, incluyendo a la Fiscalía General de la Nación, actúen de forma que garanticen una mayor eficacia en la recopilación de elementos probatorios que sirvan para resarcir los derechos de los propietarios, arrendatarios e inversionistas. 
   Las responsabilidades, pésele a quien le pese, tendrán que ser depuradas y establecidas por las autoridades administrativas y judiciales. No sólo las atribuibles a los constructores y calculistas, que tendrán que dar la cara y ofrecer explicaciones, sino la de las propias autoridades que siguen sin cumplir sus obligaciones de control y vigilancia sobre las edificaciones que aprueban sin mayores garantías.
   No hay que hacer juicios paralelos ni incurrir en condenas derivadas de un estado de conmoción emocional. Pero, por lo pronto, sí hay que decir que poco ayudó al cabal control de la situación el comunicado expedido el viernes (antes del colapso del edificio) por la constructora CDO desestimando los verdaderos riesgos. Nadie puede decir que ellos sabían lo que iba a pasar, pero por lo menos sí era exigible una mayor previsión de los efectos del resquebrajamiento alarmante de la estructura.
   Hay ya antiguas opiniones de respetados ingenieros hablando de la saturación de esa zona, y de otras en El Poblado. De la incapacidad de la tierra de soportar una edificabilidad descontrolada, sin límites. A pesar de todo, ni las administraciones municipales, ni Planeación, ni, por supuesto, los mismos constructores, se han dado por aludidos. No es la primera tragedia. Seguramente vendrán más. 
   El año entrante Medellín será sede del Foro Mundial Urbano. Una oportunidad no de jactarse de cuestionables excelencias y mirarse el ombligo, sino de reflexionar con humildad sobre todo lo que nos falta por aprender, de todo lo que echamos de menos un urbanismo con cordura.
Space Constructores Depredadores
semana La historia que nos deben Alvaro Villegas Moreno &Alvaro Uribe Velez

rupertohand@gmail.com 

lunes, 23 de septiembre de 2013


Aguda critica de nuestro maestro del periodismo Javier Darío Restrepo con respecto al cubrimiento que algunos periodistas hicieron en el paro campesino ocurrido recientemente.





La prensa que no cree...

Por la carretera que une a Florencia con su aeropuerto aparecieron a lado y lado los grupos de campesinos y su campamento de protesta. Viéndolos pensé que han adquirido el perfil de un poder que les sienta como un vestido que nunca se les había ocurrido usar.
Durante su prolongado paro han puesto al descubierto las fallas y debilidades del gobierno Santos; han dejado ver los errores y flaquezas de la sociedad colombiana y a los periodistas nos han preocupado porque, otra vez, han quedado al desnudo nuestros errores profesionales.
Las informaciones diarias insistieron hasta el cansancio en el espectáculo de las carreteras bloqueadas, de los campesinos que gritaban, de las llantas y vehículos incendiados y de policías y campesinos que tiraban piedras. Esa fue la información del qué del paro. Pero fue una dimensión silenciada, la del porqué del paro. La piedra o los bloqueos fueron más importantes que las razones que habían llevado a este grupo humano a sacudirse la resignación, el silencio y el ‘ningunamiento’.
También debía informarse el porqué del Gobierno, sobre todo porque eran contradictorias esta actitud desdeñosa frente a los campesinos: “el paro no existe” y la pose heroica con que el presidente había anunciado su proyecto de restitución de tierras. Necesitaba una explicación aquel anuncio sobre la defensa y apoyo a los campesinos que ahora iba en contravía de las maniobras y sutilezas para que industriales poderosos como los de Riopaila se quedaran con los baldíos de Orinoquia que debían ser para los campesinos. No hubo espacio para explicar esa contradicción pero sí lo hubo para los abogados sofisticados que le dieron apariencia jurídica a un proceso de trampas.
Fue, pues, una falla por omisión de información. También la hubo por acción. Los campesinos tuvieron dos amenazas en el curso de su paro: las acciones de fuerza de la policía y la presencia de los vándalos. A estos infiltrados podrían agregarse los políticos que pretendieron hacer suyo el movimiento campesino. No fue ingenuidad sino incapacidad profesional la que llevó a la prensa a dar por hecho que los campesinos no eran campesinos sino instrumentos de las Farc, o adherentes de la Marcha Patriótica, y tal fue la imagen que ofrecieron al país y que aprovechó el gobierno para deslegitimarlos.
Había sido la ocasión para mostrar la fuerza de la solidaridad campesina en las ollas comunales con que resolvieron y resistieron el prolongado paro. ¿Alguien investigó y destacó el papel de la mujer campesina en el hogar y en los cultivos familiares, mientras los hombres de la casa defendían su dignidad y sus derechos?
Fue un paro contado de modo amañado, acusó un columnista. Se destacó en esta oportunidad esa vieja falla, la del oficialismo instintivo de medios y periodistas que no parecen haber descubierto que las fuentes menos fiables y a las que debe aplicarse todo el rigor de la comprobación, son las oficiales, puesto que el poder, por serlo, está muy cercano a la mentira usada como mecanismo de defensa.
Estas fallas hicieron más notorio el papel cumplido por las redes sociales en donde no imperan ni la dictadura de los ratings, ni las adhesiones interesadas. Con una libertad mayor que la de los medios comerciales, tuiteros y blogueros convocaron, por ejemplo, a los cacerolazos que llenaron las plazas principales en Bogotá, Tunja y otras capitales.
Desde internet pareció escucharse con mayor nitidez que en los medios, el pedido de los campesinos: “hablen por nosotros, que los sentimientos de la comunidad campesina lleguen a la gente a través de ustedes”.
Quizá fue esta la gran falla: no haber escuchado y conocido más a los campesinos. Se perdió la oportunidad de hacer un periodismo a lo grande porque la prensa estuvo demasiado ocupada en recoger los boletines oficiales y en escuchar la voz de los amos.
Por: Javier Darío Restrepo



domingo, 22 de septiembre de 2013

Álvaro Mutis Jaramillo; (Bogotá, Colombia, 1923-Ciudad de México2013) Escritor y poeta colombiano. Autor destacado por la riqueza verbal de su producción y una característica combinación de lírica y narratividad, participó en sus inicios del movimiento de poetas agrupados en torno a la revista Mito. Influido por Pablo Neruda, Octavio Paz, Saint-John Perse y Walt Withman, empleó la poesía como vía de conocimiento para el acceso a universos desconocidos, a nuevos mundos donde fuese posible el amor y la buena muerte. Su álter ego es Maqroll, un aventurero sombrío y a la vez inocente, que canta a la frágil condición humana. Su obra ha sido reconocida con galardones tan prestigiosos como el Príncipe de Asturias (1997) y el Premio Cervantes (2001).

(TEXTOS TOMADOS DE WIKIPEDIA)


Poesía[editar · editar código]

  • La Balanza, Talleres Prag, Bogotá, 1948 (en colaboración con Carlos Patiño Roselli)
  • Los elementos del desastre, Losada, Buenos Aires, 1953
  • Reseñas de los hospitales de Ultramar, Separata revista "Mito", Bogotá, 1955
  • Los trabajos perdidos, Era, Ciudad de México, 1965
  • Summa de Maqroll el Gaviero, Barral Editores, Barcelona, 1973
  • Caravansary, FCE, Ciudad de México, 1981
  • Los emisarios, FCE, Ciudad de México, 1984
  • Crónica regia y alabanza del reino, Cátedra, Madrid, 1985
  • Un homenaje y siete nocturnos, El Equilibrista, Ciudad de México, 1986

Narrativa[editar · editar código]

  • Diario de Lecumberri, Universidad Veracruzana, 1960
  • La mansión de Araucaíma, Sudamericana, 1973
  • La verdadera historia del flautista de Hammelin, Ediciones Penélope, 1982
  • La nieve del Almirante1986
  • Ilona llega con la lluvia, Oveja Negra, 1988
  • Un bel morir, Oveja Negra; Mondadori, 1989
  • La última escala del Tramp Steamer, El Equilibrista, Ciudad de México, 1989
  • La muerte del estratega, FCE, Ciudad de México, 1990
  • Amirbar, Norma; Siruela, 1990
  • Abdul Bashur, soñador de navíos, Norma; Siruela, 1991
  • Tríptico de mar y tierra, Norma, 1993

Ensayo[editar · editar código]

  • Contextos para Maqroll, Igitur-Cilcultura, 1997
  • De lecturas y algo del mundo, Seix Barral, 1999
  • Caminos y encuentros de Maqroll el Gaviero, Editorial Áltera, 2001

Antología[editar · editar código]

  • Poesía y prosa, Instituto colombiano de Cultura, 1982
  • Antología poética, selección y notas de José Balza, Monte Avíla
  • Summa de Maqroll el Gaviero. Poesía 1948-1988, Visor, 1992
  • Poesía completa, Editorial Arango, 1993
  • Summa de Maqroll el Gaviero. Poesía 1948-1997, Ediciones Universidad de Salamanca-Patrimonio Nacional, 1997
  • Antología, selección de Enrique Turpin, Plaza y Janés, 2000
  • Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero, Siruela, 1993 (2 volúmenes); Alfaguera, 1996 y 2001 (1 volumen). Incluye las siete novelas: La nieve del almirante (1986); Ilona llega con la lluvia (1988); Un bel morir (1989); La última escala del Tramp Steamer (1989); Amirbar (1990); Abdul Bashur, soñador de navíos (1991); Tríptico de mar y tierra (1993).
  • La voz de Álvaro Mutis, edición de Diego Valverde Villena, Poesía en la Residencia, Residencia de Estudiantes, Madrid, 2001

Reconocimientos[editar · editar código]

martes, 9 de julio de 2013


En Colombia se ejerce el periodismo bajo intimidación, advierte el CPB

El poder de intimidación de varios órganos del Estado, de organizaciones criminales y grupos armados, tiene en vilo el ejercicio pleno de la libertad de prensa y de expresión en Colombia.
La Asamblea General del Círculo de Periodistas de Bogotá, CPB, reunida el 6 de julio de 2013, llama la atención de la opinión pública nacional e internacional sobre los hechos que en los últimos meses han atentado contra los medios de comunicación,  el libre ejercicio del periodismo, el derecho al trabajo y la libertad de expresión.
En primer lugar, la persecución desatada contra la Directora del Noticiero Noticias Uno, medio ganador este año del Premio CPB a la Libertad de Expresión.
La sala penal de la Corte Suprema de Justicia, según denuncia Cecilia Orozco Tascón, la  amenazó a ella como Directora de Noticias Uno y columnista del diario El Espectador, con adelantarle un proceso judicial a raíz de los informes del Noticiero y de sus columnas en El Espectador sobre el comportamiento de algunos magistrados, quienes han presionado su salida de los medios en que ella ejerce el periodismo.
Haciendo uso de ese mismo poder intimidatorio, la Contralora General de la República, Sandra Morelli,  presiona ante los jueces que deben fallar tutelas interpuestas contra la misma periodista.
Siguen en la impunidad los asesinatos y las amenazas criminales a los  periodistas en Colombia, como el ataque armado a Ricardo Calderón de la revista Semana, que demuestran el empeoramiento de las condiciones para el libre ejercicio del periodismo en el país, mientras el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordoñez responde a las críticas que se le hacen desde los medios de comunicación, agraviando  a los periodistas colombianos bajo el señalamiento de ser drogadictos.
Recientemente ha aflorado el espionaje en las salas de redacción sobre los contenidos próximos a ser publicados en los medios.
El caso de Teleantioquia, en Medellín, hizo visible ante la opinión pública los lineamientos políticos que deben seguir los periodistas para conservar el empleo en los canales regionales de televisión, administrados bajo los intereses de los gobernadores departamentales, de los diputados y de sus partidos. En Telecafé ocurrió algo similar que desembocó con el retiro del director del noticiero, William Restrepo y algunos de los periodistas. La Autoridad Nacional de Televisión guarda silencio frente a estos casos.
Los ataques judiciales contra el ejercicio periodístico se refleja igualmente en el incremento de las denuncias por injuria y calumnia, herramientas legales que penalizan la libertad de prensa y de expresión, de las que se valen corruptos y personajes con  poder político para intimidar periodistas y columnistas.
De otra parte, el CPB expresa preocupación porque  algunos medios de comunicación están eliminando  la reportería para maximizar utilidades a costa de la calidad y la independencia de periodistas sometidos al miedo a perder su remuneración.
El CPB destaca que a pesar de las condiciones actuales, el Presidente de la República, doctor Juan Manuel Santos, en actitud ejemplarizante frente a los mandatarios de naciones vecinas, ha dado un primer paso en defensa de la libertad de prensa al pronunciarse verbal y públicamente contra un artículo de la Reforma Carcelaria que establecía la censura para las entrevistas a personas detenidas.
Esa clara y decisiva posición del jefe del Estado también debería impulsar desde su alta investidura la  modificación de decretos y de leyes mediante los cuales se restringe el  acceso a documentos públicos y a algunas fuentes; leyes como la de Inteligencia y el decreto que autoriza la interceptación de llamadas telefónicas y de correos.

Bogotá, D. C. 6 de julio de 2013.

Semana Santa en Guadalupe

Conocer en esta Semana Santa el santuario de Nuestra Señora de la Peña, que queda en la cima del cerro de Guadalupe en Bogotá. Durante...